El otro día encontré el siguiente artículo, extraído de El Pensante:
Chernóbil
El 26 de abril de 1986 ocurrió el peor accidente nuclear en la Historia de la Humanidad. Aquel día un aumento en la potencia del reactor 4 de la central causó un súbito calentamiento que llevó a que el hidrógeno del interior del mismo explotara, esparciendo por los alrededores 500 veces más material radioactivo que el que generó la explosión de la bomba atómica de Hiroshima.
El asunto fue catastrófico para el gobierno de la Unión Soviética, que se vio obligado a evacuar unos 116.000 civiles (recordemos a los Fantasmas de Pripíat) y a lidiar con una dura oposición y crítica interna. En este periodo el gobierno de Gorbachov estaba comprometido con una serie de reformas para hacer más transparente el gobierno, y el accidente no cayó nada bien ante la opinión pública que pronto comenzó a mostrarse descontenta con otros errores del régimen. Es posible que Chernóbil haya acelerado en varios años la caída de la Unión Soviética.
Catástrofe inesperada
Tradicionalmente se ha dicho que Chernóbil fue causado por una mezcla entre malas decisiones gubernamentales, una presión innecesaria sobre los científicos y técnicos que construyeron la central y la irresponsabilidad del régimen al forzar investigaciones en momentos en los que los sistemas de seguridad no estaban listos. Así mismo, parece haber ocurrido una confusión por el cambio de turno que aplazó el experimento y forzó a los trabajadores de la noche a realizarlo sin conocimiento de algunos cambios que se habían realizado en el día.
Pero un reciente documental parece indicar que hay más en Chernóbil de lo que tradicionalmente nos han contado. Fedor Alexandrovich, quien tenía apenas 4 años cuando ocurrió el accidente (y quien tuvo que ser evacuado de emergencia de la ciudad) es el hombre detrás de esta acusación, que parece ser bastante seria. Veamos.
El argumento de Alexandrovich es simple: accidentes de esta magnitud difícilmente ocurren, menos en una sociedad tan controlada como la Unión Soviética. Solo Fukushima ha sido comparable a la catástrofe de Chernóbil (aunque fue más suave) y en este caso hizo falta un terremoto extremadamente potente para destruir los sistemas de seguridad de la central.
No, lo que ocurrió fue cuidadosamente planeado. Pero ¿por qué? ¿Y por quién?
El investigador responde ambas preguntas. El nombre: Vasily A. Shamshin. La causa: evitar una investigación profunda sobre el sistema antimisiles Duga-3 que llevaba unos 10 años en construcción.
Dicho sistema había costado una cantidad absurda de dinero: siete mil millones de rublos rusos o el doble que la misma central de Chernóbil. Se suponía que podría detectar misiles balísticos intercontinentales desde el momento mismo de su lanzamiento, pero su operación no cumplió las expectativas y terminó por convertirse en un gigantesco elefante blanco.
Y los responsables de este tipo de errores en la Unión Soviética podían pagar la malversación de fondos con su vida.
Complot
Así, Alexandrovich argumenta que el accidente de Chernóbil fue en verdad una cubierta elaborada por Shamshin para evitar una investigación en Duga-3, la cual se suponía ocurriría aquel mismo año. Además de las pruebas circunstanciales, Alexandrovich entrevistó decenas de personas y denunció actitudes sospechosas en algunos miembros de la antigua planta, así como del proyecto Duga. Y lo que es más importante, comenzó a recibir amenazas por hacer preguntas incómodas e incluso tuvo que detener su trabajo algún tiempo por miedo a retaliaciones contra su familia.
En general, cuando el río suena, piedras lleva. ¿Será que Alexandrovich encontró una mina de información que nadie se había atrevido a abrir? ¿Qué más saldrá de allí?
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