Fíjate durante un momento en la fotografía que encabeza este articulo. Seguro que en pocos segundos habrás percibido esa peculiar “anomalía”, ese joven de llamativas gafas oscuras que viste de un modo “demasiado contemporáneo”.
Nuestra historia está llena de fotografías curiosas, de hechos inexplicables que llaman nuestra atención. No hace mucho te hablábamos de una supuesta viajera en el tiempo en una de las películas de Charles Chaplin. Pues bien, hoy te mostramos otro famoso enigma, otro reto que ha traído de cabeza a numerosos investigadores y amantes de lo curioso -como todos nosotros en este espacio-. Así que ¿preparado para desplegar tus dotes analíticas?
Empecemos poniendo en contexto esta fotografía. Estamos en 1941, en la Columbia Británica, Canadá. La imagen se titula “Reapertura del puente de South Fork, tras las riadas” y, como tal, está expuesta en un museo histórico de forma permanente en esta misma ciudad, atrayendo la atención de todo aquel que se detenga unos instantes en observarla.
En ella vemos a un grupo de personas de la época bien vestidas para la inauguración de dicho puente. Los desastres tras las riadas habían obligado a restaurarlo y ése era el día en que se celebraba el acontecimiento, de ahí que podamos ver a muchos vecinos cámara en mano expectantes ante el evento. Pero ¿y ese hombre de gafas oscuras? No lleva sombrero, ni traje chaqueta estilo años 40. Su atuendo es totalmente informal, parece llevar una simple camiseta de algodón con un llamativo logo, una sudadera casual o un jersey ligero y una de esas gafas de sol oscuras, cerradas también por los lados. Su imagen es la de un chico cualquiera de nuestra actualidad, un hipster más que, cámara en mano, acude a un evento de fin de semana.
La fotografía y este hombre llamaron la atención desde el momento en que se expuso en el museo histórico de Canadá, llegando rápidamente a la red y a innumerables foros de opinión. ¿Es un viajero en el tiempo? ¿Cómo no caer en esta idea? Sus gafas de sol de diseño, ese aire grunge, su camiseta trendy… “¡Está fuera de su época!”, clamaron muchos al verlo. Pero analicemos con detalle cada aspecto.
Te invitamos a ver de nuevo su imagen un poco más ampliada, de ese modo puedes observar mejor el atuendo de nuestro hombre misterioso. Bien, durante un tiempo se mantuvo la idea de que la foto era, claramente, un fake. Se veían disonancias en las sombras de la cara del joven y también en su brazo derecho, como si hubiera sido creado e incrustado con Photoshop. Pero tras estas sospechas no hubo modo más sencillo de descartar el montaje que realizando un simple análisis fotográfico de la imagen en sí. Al pertenecer a un museo no hubo problema alguno, así que se llevó a cabo. ¿Y cuáles fueron los resultados? La fotografía es auténtica y fue tomada entre 1940 y 1941.
La siguiente posibilidad, y la más aceptada hasta el momento, es que nuestro protagonista fuera un tipo peculiar a la hora de vestir. Alguien que prefería alejarse del canon estilístico de los años 40. Empecemos por las gafas de sol, ese detalle que atrae rápidamente la atención. Ese modelo en el cual la lente se rodea de una protección que recoge todo el ojo es, en realidad, un estilo ya introducido en los años 30, es decir, no es exclusivo de nuestra actualidad.
¿Y qué hay de esa camiseta con una llamativa “W”? Para muchos no es en absoluto una camiseta de algodón, sino un jersey muy fino de lana. Es más, en aquella época eran comunes estos diseños. De hecho, en la propia exposición donde estaba dicha fotografía también podían verse ropas de la época y este jersey con la “W” central estaba allí. Pero hemos de matizar un detalle, para muchos, la letra que en verdad se aprecia en la camiseta es una “M” y no una “W”.
Puede que también, como buen observador, te hayas fijado en lo que sujeta con las manos: una cámara. Se ha hablado mucho de ella ¿es una Olympus, quizá? En absoluto, lo más probable es que se trate de una Kodak de la época. Así pues, estaríamos simplemente ante un hombre que tenía un estilo propio de vestir, un tipo bien original que se alejaba un poco del estilismo de los años 40.
Pero si nuestro joven fuera en verdad un viajero del tiempo, no tendríamos más remedio que hacernos una inquietante pregunta: ¿Qué hacía un hombre del futuro en la inauguración de un puente en Canadá?
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