Los consejos que Einstein le dio a su hijo sobre el aprendizaje


Albert Einstein es uno de los científicos más famosos del mundo, responsable de desarrollar la teoría de la relatividad y considerado como uno de los dos pilares de la física moderna y la mecánica cuántica. Sus aportes al avance de la humanidad como especie son innegables, pero una de sus facetas de la que no se habla mucho es su rol como padre.




En la correspondencia del genio con su familia se halló una carta donde escribió consejos a su hijo y en la que se evidencia que sus habilidades iban más allá de la ciencia. El trabajo de Einstein es también conocido por su influencia en la filosofía de la ciencia.

Según el premio Nobel Richard Feynman, el verdadero sello distintivo del genio es la capacidad de explicar las cosas de una forma simple. Es así, bajo esta premisa, que podemos corroborar los dones de Albert Einstein.

En 1915, Einstein vivía en Berlín y trabajaba en su teoría de la relatividad general mientras que su esposa criaba a sus dos hijos en Viena.

Viviendo durante la época en la que los teléfonos celulares y Skype no eran una opción, esta distancia podía significar una gran brecha en las relaciones familiares. Para compensar, el ganador del Premio Nobel de Física de 1921, optaba por intercambiar regularmente cartas con su familia.

De esta correspondencia, destaca una misiva que el físico le dirigió a su hijo Hans Albert Einstein, cuando este tenía 11 años. En esta corta nota, se evidencia la faceta de Einstein como padre dedicado y además, también ilustra el punto de Feynman: los genios no hablan en acertijos, sino en un lenguaje excepcionalmente claro.

En este caso, Einstein utiliza esta simplicidad contundente para ofrecer al joven Hans Albert un consejo excepcionalmente bueno sobre cómo aprender más rápidamente:

“ESTOY MUY CONTENTO DE QUE ENCUENTRES ALEGRÍA EN EL PIANO. ESTO Y LA CARPINTERÍA SON, EN MI OPINIÓN, LAS MEJORES ACTIVIDADES PARA UN JOVEN DE TU EDAD, MEJOR INCLUSO QUE LA ESCUELA. PORQUE ESTAS SON COSAS QUE LE CONVIENEN MUCHO A UN JOVEN COMO TU. TOCA PRINCIPALMENTE LAS PIEZAS DE PIANO QUE TE PLAZCAN, INCLUSO SI EL PROFESOR NO TE LOS ASIGNA. ESA ES LA MANERA DE APRENDER MÁS, PORQUE CUANDO ESTÁS HACIENDO ALGO CON TAL DISFRUTE, NO TE DAS CUENTA DE QUE EL TIEMPO PASA. A VECES ESTOY TAN ENVUELTO EN MI TRABAJO QUE ME OLVIDO DE LA COMIDA DEL MEDIODÍA. . . “, ESCRIBIÓ.

Como era de esperar, Einstein tenía mucha razón en decir que la pasión, el disfrute y la risa son mejores ayudas de estudio que las sugerencias habituales que recibimos en la escuela, un hecho que ha sido probado por múltiples estudios. Al fin y al cabo, cuando se siente pasión las horas que le dedicamos se pasan volando y son realmente productivas.


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