Drogas ilícitas hay muchas, pero no todas son igualmente nocivas. De hecho, hay una que no es adictiva, no es fácil alcanzar la sobredosis, y además la puedes cultivar tu mismo, evitando así adulteraciones o promoviendo el mercado negro. Incluso envía a la sala de emergencias el menor porcentaje de personas en comparación con el resto de las drogas. Es la seta alucinógena.
El alcohol, las anfetaminas y el cannabis sintético, en términos de seguridad, son mucho más peligrosos que las setas alucinógenas. Con todo, uno de los mayores riesgos de las setas alucinógenas es que pueden confundirse con setas venenosas.
Hay más de 100 variedades productoras de psilocibina, que es el producto químico que te hace viajar cuando la ingieres. Algunas de ellas se asemejan a variedades tóxicas. Pero en un riesgo que también puede darse si simplemente salimos a coger setas para comer.
Sin embargo, cultivar estas setas es problemático. Porque la posesión de hongos alucinógenos o la venta de esporas con la intención de cultivar setas psicodélicas es estrictamente ilegal en países como Estados Unidos.
Las setas psicodélicas sólo afectan directamente a los receptores de serotonina, y, aunque puede tener algún efecto indirecto sobre los niveles de dopamina, es mínimo en el peor de los casos. Pero el problema de tomar este tipo de drogas es tener un "mal viaje". Las personas que se asustan de los malos viajes pueden ser un peligro para ellas mismos y sus amigos, y representan la mayoría de las visitas al hospital.
Aparte de eso, los alucinógenos son bastante seguros. Pueden reducir la ansiedad, aliviar el dolor intenso de cefaleas, aliviar los síntomas del TOC, mejorar la depresión y aumentar el estado psicológico de los pacientes con cáncer terminal.
Tal vez por ello, una encuesta encontró que los usuarios de drogas psicodélicas estaban entre los usuarios de drogas más responsables y que tomaban más precauciones.
Naturalmente, no se está aprobando aquí el uso de drogas ilegales, sino que el conocimiento de cada una de las drogas, individualmente, nos puede hacer replantear su estatus jurídico en relación a otras sustancias. Por ejemplo, la droga psicoactiva más consumida del mundo (que sí es legal).
Al fin y al cabo, las drogas, como cualquier otro alimento, requieren de información: dosis activa y dosis letal media, factor específico de tolerancia, dosis y tiempo mínimo requerido para que la privación induzca síndrome absistencial, efectos orgánicos y psicológicos más habituales de dosis pequeñas, medias y altas para cada sustancia, contraindicaciones específicas, modos de tratar inmediatamente intoxicaciones agudas o trances paranoicos, forma de detectar adulteración, y toxicidad de los sucedáneos más habituales en cada momento y lugar.
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