El camino del Introvertido

En algunas ocasiones me he encontrado con gente o amigos que no he visto desde hace tiempo, quienes al reencontrarse conmigo tienden a preguntarme si me ha pasado algo, si he tenido algún problema o si me he sentido bien.
Por lo general no me ha pasado nada malo, puedo no tener mayores problemas y sencillamente puedo sentirme en el quinto cielo. El único inconveniente (para los demás) es que soy un tanto serio en mi forma de ser e introvertido por naturaleza.
El otro día precisamente estaba leyendo un artículo que hablaba respecto a este tema, la introversión, la cual en lo personal no ha tenido mayores repercusiones negativas en mi vida o con los demás, pero que sí ha llegado a incomodarme un poco en algunas ocasiones específicas, como por ejemplo cuando se me ha instado a hablar en público ya sea en mi trabajo o en algunos otros lugares o cuando he tenido que llegar a asentir con una sonrisa en mi rostro frente a ciertos eventos que en ocasiones normales sería lo más simple del mundo (como que un amigo te cuente una anécdota divertidísima para él, de la cual todos se ríen a carcajadas, pero que para uno mismo no lo es tanto). Por lo general puedo amoldarme bastante bien a esta clase de situaciones, dejando fluir todos mis niveles de diplomacia posibles, pero no puedo dejar de lado mi introversión característica.
Es cierto que habemos personas más calladas que otras o quizás un poco más “antisociales” (siendo el término correcto “asocial”), pero eso no quiere decir necesariamente que podamos ser más tímidos o que lleguemos a odiar a todo el mundo. En mi caso (y creo que en el de mucha otra gente) tiendo a sentirme más a gusto en la seguridad de mi soledad, encerrado tal vez en un buen libro, y con las compañías justas pero precisas. Puedo sentirme algunas veces bastante misántropo frente a los demás y a la sociedad cotidiana, pero me gusta también en ocasiones conversar con la gente, escuchar sus historias y contarles acerca de mí. Es por este mismo principio que ahora me encuentro escribiendo en este blog para que alguien más me lea.
También es importante destacar que el ser introvertido, dejando de lado la timidez o cualquier temperamento “asocial”, es una forma de ver y entender el mundo de un punto de vista diferente al común de las personas, o especialmente de los extrovertidos, pero una forma totalmente normal y sana a fin de cuentas.
Releyendo otro artículo, pude notar que también existen otras características típicas de la gente introvertida, las cuales me hacen bastante juego con mi propia personalidad e imagino que a varias otras personas que leen esto les puede pasar lo mismo. Por ejemplo, es bastante común que los introvertidos sean selectivos al momento de establecer relaciones, sean del tipo que sean. Y esto no es por ser mala persona o porque se quiera ser casi discriminador en el proceso. Sencillamente se busca a personas que sean afines al propio temperamento y personalidad.
También recuerdo haber leído sobre el hecho que ya mencioné acerca de la soledad; esa necesidad casi vital de poder estar solo con uno mismo para poder reflexionar sobre cualquier cosa, poder recordar algún evento significativo, poder planificar alguna situación en específico, en fin... En mi propio caso, siento a menudo esa necesidad de soledad, por lo menos un par de minutos al día, para poder conectar conmigo mismo y alejarme un tanto del barullo cotidiano. Es como una manera de “recargar las baterías” para enfrentarse a los demás y a cada día. Es por eso que siempre les comento a las personas más cercanas a mi núcleo que si algún día declino alguna invitación o algo similar no es porque esté rehuyendo de ellos o porque esté evitándolos (aunque en ocasiones puede ser así), sino que es porque a veces prefiero quedarme en casa o estar solo conmigo mismo (tiempo que aprovecho para leer, leer y leer... y bueno, a veces para ver TV, jugar algún videojuego o bucear en las inmensidades de Google y Netflix)
Quisiera mencionar antes de terminar que existimos muchas personas con este tipo de personalidad (estadísticamente el 50% de la sociedad si contamos introvertidos vs extrovertidos), y que somos totalmente normales, comunes y corrientes, con nuestras bondades y defectos. Podemos ser muy auténticos y cercanos, pero sin presiones ni exigencias clásicas de esta sociedad actual en que vivimos. Quizás podrían tildarnos de aburridos o hasta abúlicos por nuestra forma de ser, pero nada más alejado de la realidad. Podemos hablar poco, pero también podemos ser excelentes líderes. Podemos ser muy respetuosos y cordiales... aunque en ocasiones demostremos poco interés en algún tema, sobre todo si nos hablan más de la cuenta. Y puedes tener por seguro que aunque nos quedemos callados en más de alguna ocasión, en plena conversación o reunión social, no será por mala educación, sino que es nuestra forma de ver el mundo y conectarnos con todo lo que nos rodea. Por lo demás, podemos ser un(a) buen(a) amig@ siempre.

¿Cuántos de ustedes se sienten identificados con esta personalidad?



                                                        Photo credit: -Meesho- via Foter.com / CC BY-NC

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